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Retiro de verano Yoga Danza - EL SEPTIMO CIELO. Todo un éxito

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Diario de un fin de semana practicando Yoga y Danza con gente de valía, todo hilado con super historias de la mitología india.

EL SEPTIMO CIELO DÍA 1.

Hace tiempo que no escribo, pero la ocasión lo merece. Estoy literalmente en el séptimo cielo, así se llama el retiro de yogadanza que me ha atraído a escribir. La verdad que ha sido una llamada increíble. El viernes pasado en el documental Mantras me reencontré con una chica con la que había conectado hace bastantes meses y que ya en aquel momento sentí que volvería a ver... sin pedirnos el contacto aquella vez me despedí de esa bella alma, hasta el viernes pasado cuando de nuevo después del documental cruzamos una charla fugaz y ahora si la hice una perdida para guardarnos los contactos. Cuatro días después me escribió para invitarme a zarpar con ella en su barco. “Si sientes el SI bienvenido al barco, te reservo tu espacio en el viaje” y me adjuntaba la información del evento. Automáticamente después de leerlo mi respuesta fue “Me grita que SIIIII, estaba planeando otra cosa, pero me gusta muchísimo tu encuentro.” Y aquí estoy en un fabuloso pueblecito llamado Aluenda rodeado de almendros, cantos de pájaros y estrellas y yo diría que menos de 10 habitantes. Son las 0:18 y estoy en la cama escribiendo. El trayecto en coche a las 6 de la tarde ha sido fantástico, conversación muy nutritiva sobre India, sobre amores, sobre movimientos revolucionarios espirituales (ahora conocidos como Tantra) con la dulcísima voz que me acompaña, la de Martha, la organizadora con quien comparto camino. Aluenda está cerca de Fresna, en plena naturaleza montañosa, casi no ha llegado el asfalto, hay árboles, pájaros infinitos y mucho verde... hoy es un día soleado y azul, con alguna nube blanca... hay muchas flores de colores, amapolas silvestres y olor a césped y lavandas y poco a poco van llegando los escogidos a las llamadas de los diferentes retiros que aquí se van a dar... muchos vestidos de blanco. Mi habitación de 4 integra el encanto rural del mismo pueblo. A las 19:30 nos reunimos en el cálido y fresco césped de nuestra sala privada, un espacio que nos invita a él y donde viviremos un viaje a la verdad. Martha como os decía se llama este ángel que ha crecido entre India y España, tiene, en comparación con otros de mis conocidos, amplísima experiencia en la historia, religión y cultura india. Conoce muchas de las preciosas historias indias, así como muchas técnicas de Yoga porque lleva nada más y nada menos que 19 años practicando y cada año sigue viajando un par de meses a India. Ella aprecia la belleza, la sencillez, la calma y lo aprecio en su creación. La sala a la que entramos, después de conectar con los pies a la tierra verde que nos rodea aquí, está cuidada hasta el último detalle. Somos 15 incluyéndonos a los dos. El espacio es circular y en el centro hay una tela de punto de ganchillo blanca con una vela grande y algunos detalles más. Alrededor hay 15 cojines que nos invitan a sentarnos no sin antes movernos por el espacio libremente ofreciéndonos, presentándonos y pidiendo. La apertura del viaje es espectacular. Shiva es el protagonista y escucho atentamente cada vocal que Martha JapInder, su nombre Yogui, nos regala... ambienta la historia un hilo musical que se adapta a las emociones del cuento, su voz es dulce y delicada, su sonrisa sincera y gigantesca, lo describiría como pureza, un cuento que nos acompañará durante el viaje de fin de semana al que ya agradezco haberme llamado. Martha nos cuenta los pasos para realizar la puya inicial en la que crearemos nuestro altar en uno de los lados de la sala. Sobre la vela ahora luciendo en el centro colocaremos las manos como si recogiéramos el calor para llevarlo a la cabeza, pasando por la cara y terminando en el corazón como se hace en los rituales hindúes. El mantra Gayatri empieza a sonar y nos invita a, cuando lo sintamos, ir fluidamente acercándonos a la vela y a continuación depositando en el altar que hay en un lateral los objetos que cada uno hemos traído y que representan el cielo, la tierra y la unión. En mi caso, unas banderas Nepalíes como cielo, una piedra que traje de Marruecos de mi paseo con Janu en el desierto y unas almendras que acabo de recoger de aquí, de Almunia que representarán la unión y que el último día enterraré. Según empieza el mantra me invaden sentimientos y recuerdos de mi paso por India, es precioso la verdad. Ya tenemos nuestro altar y también hemos hecho un tallercito de presentación donde nos hemos presentado los unos a los otros, saludando susurrando, con movimientos bonitos y más…. lo escribo así porque ha sido precioso y me gustaría mantener el misterio para que un día tú puedas vivirlo con ilusión. Después de cenar nos invitan a un taller que ha preparado otro de los grupos. Una conocidísima vidente colombiana nos ayuda con algunas preguntas. Me dice que debo esperar para lanzarme a la llamada que tanto deseo. Solo unos meses. ¡Justo lo que planeaba! Un día maravilloso. Buenas noches. Gracias gracias gracias. Martha, Inma, Laura, Aitor, Manu, Raquel…. mañana os haré algún regalo en forma de belleza.

EL SEPTIMO CIELO Día 2

Son las 7:45 cuando despierto con un suave buenos días a mis compañeras de la primavera, como se llama nuestra habitación, aquí en el paraíso, aquí en Aluenda. Abro la ventana de madera y la luz ilumina nuestro espacio rural privado. En tan solo 30 minutos Martha nos espera. Hoy sí que danzaremos. El aroma del espacio que nos acoge es familiar, entre incienso y palo santo. Me encanta. La historia de Parvati enamorada de Shiva continúa. La diosa practica Yoga como nosotros ahora, ella nos guía durante los próximos 45 minutos.... la sesión es delicada y suave, mañanera…agradecida. La espalda ha dejado de doler y mis rodillas ya están mejor. Después del sano desayuno que nos han preparado continuamos con un taller de Yoga danza que sigue narrando el mismo cuento que nos acompaña hilando el tiempo del encuentro y uniéndonos un poquito más. Ahora es Durgha quien toma protagonismo, la Parvati guerrera que nos ayuda a movernos danzando por el espacio, movimiento tribal conecta nuestros pies con la tierra y nuestros manos alzadas permiten que nuestros dedos conecten con el cielo, a través de nuestro corazón. Durgha maneja sus espadas, pero también sus regalos... la temperatura aumenta cuando nos movemos al ritmo de Suaves tambores que dirigen la batalla. De repente calma de nuevo. La nueva propuesta es taparnos los ojos y así abrir otros ojos a los sentidos. Me tumbo en el suelo mientras Martha y Durgha dejan paso a Kali. La diosa que ahora nos invita a una relajación. Martha describe a Kali con tal detalle que puedo visualizarla, su color negro azulado, sus varias parejas de grandes manos, grandes senos, sus armas y sus regalos. 3 ojos que representan cielo, tierra... dientes brillantes.... por un momento siento el vacío, me evado, me duermo... está siendo precioso. Para finalizar, nos llama al centro de la sala donde nos entrelazamos y descansamos los unos con y junto a los otros. Después, yo aún con los ojos cerrados, cerramos la mañana junto a nuestro altar, imágenes, flores, alguna mariposa y otros objetos llenan este espacio. Cielo, tierra y unión. Martha nos invita a decir alguna palabra que hallamos sentido durante el día, durante los momentos creativos de hoy. Paz, ternura, libres, confianza, amor, dulzura, pureza, libre expresión.... La comida de hoy es espectacular, me han encantado las albóndigas de soja y también las patatas panadera. ¡La sopa con soja texturizada, exquisita! Es la hora de la siesta. Voy a aprovechar este espacio de 2h para terminar de reposar el alimento, tomar un poco el sol, escribir y preparar mi regalo aún secreto para Martha. Un árbol de acuarelas y hojas donde pediré que pinten sus emociones y sentimientos según les fluya, este es el momento. Mucho plan para finalmente caer dormido taaaaan a gusto. Ya son las 16:30 y subo al nuevo encuentro. Danzas del mundo, danza del giro, comenzamos con una charla que cuenta el mapa de la respiración que nos acompañará esta tarde y para siempre. Ser consciente de la respiración es estar aquí y eso es un regalo. ¡Gracias! La siguiente propuesta es de masajeo del sacro. Inma y Martha nos muestran con un ejemplo lo que haremos. Unir los canales de las energías complementarias, masculina y femenina que giran a través del canal principal, el que va desde la esfera del pubis hasta la coronilla. El juego consiste en mientras uno se tumba el otro poniéndole la mano en el sacro le balancea/mece, es muy muy relajarte, a los pocos segundos se disuelve esa molestia de espalda que me acompañaba. Después Inma, mi compañera en este taller teje, hundiendo sus dedos en mi musculatura y huesos, la red desde mi sacro a mi dedo meñique de la mano, pasando por mi espalda y costillas, luego vuelve al sacro para volver a subir al anular, y así hasta el corazón y el pulgar. Luego la energía se distribuye haciendo 3 olas con las manos desde los pies hasta la cabeza. Es suuuuuuper relajante. Después del sutil ting cambiamos los roles.... Le toca el turno a la danza meditativa o giratoria, de éxtasis, de efusividad, de calma y de mareo. Es el momento de colocarse faldas y pañuelos que decorarán el espacio junto con el movimiento. La música que suena sirve de canal, 7 bailan mientras 7 atenúan y protegen. Luego el ting nos invita a abrazar al cuidador y a cambiar el rol. Descubro que Martha además es una bella danzarina, sus giros saltando junto con su falta burdeos es una wooooow experiencie. No bailo, miro hipnotizado. Pureza en su expresión y en sus movimientos, que preciosidad. Acabamos formando un nuevo círculo y expresando los sentimientos de la tarde. En este momento ya estoy en mi salsa, hiiiiiper relajado la verdad, libre de expresar lo que siento y me siento querido y mimado. Unido. ¡Después subimos unos metros montaña arriba para contemplar y tomar la foto que será la portada del encuentro, somos felices! Por la noche después de la cena tenemos tiempo para conocernos más a la vez que vemos las estrellas de este súper cielo puro iluminado por miles de motas de Luz. Nos reímos muchísimo durante la noche y conectamos un poquito más entre nosotros, los ratitos de conversación también se agradecen mucho.

EL SEPTIMO CIELO Día 3

Me he despertado bastante pronto, descansé muy bien y estando feliz la verdad que cuesta poco levantarse de la cama ya que siento que aprovecho el día y me apetece salir. Hoy en nuestra sala tenemos 15 cojines y una hoja de mantras, los próximos 45 minutos los pasamos cantando. Los mantras elegidos nos siguen contando las historias de los dioses, ahora tocan Ganesha, Brahma y un poco más de Shiva. Cantar mantras es sanador. Repites una y otra vez palabras en sanscrito y acabas sintiendo una vibración y conexión con el espacio imposible de explicar, conectas con el resto de personas y te sientes muy bien. De vez en cuando abro ligeramente los ojos para ver disfrutar al resto. Es una pasada. Hemos cantado otro de los mantras que escuchaba a orillas de Risikesh hace ya algo más de un año y me transporté de nuevo allí, ese que dice Shiva Shiva Shiva Shamboooooo - Shiva Shiva Shiva Shambo. Después nos unimos de nuevo para danzar, hacemos un circulo y de nuevo unos cuidan mientras otros bailan. Estoy con Inma de nuevo, ella es especial, la verdad que siento conexión desde el primer minuto que la vi el viernes. Me meto en el círculo cierro los ojos sabiendo que ella me protege y me pongo a bailar “meditativamente” sintiendo la música y bailando desde dentro. Han pasado ya varios días y aún tengo las canciones y los mantras en la cabeza, sigo en el séptimo cielo. Recuerdo la tarde del domingo como un día súper especial. Esa tarde era el cierre y claro, colofón de viaje. Hicimos una ceremonia preciosa con un sencillo baile que abría la puerta para conectar con los dioses a través de Sundari, la representación de Parvati cuando se encuentra con Shiva haciendo el amor, representando la unidad. Lo primero era dejar en el centro de la sala la ofrenda que habíamos traído. Luego quien quisiera podría sentarse para atenuar la ceremonia, el resto formarían parte del baile. El baile es sencillo pero muy muy importante, hay que dar dos pasos a la derecha y uno a la izquierda, luego dos adelante y dos atrás. De esta forma al ser un baile circular y hacer dos pasos hacia la derecha y uno a izquierda llega un momento que el circulo se completa. Los que estamos moviéndonos llevamos una vela entre las manos, los sentados tienen una vela a su derecha. La música tribal suena marcando el paso. Es súper emocionante, al principio pienso un poco en los pasos, pero luego salen solos, estamos en total consonancia y la verdad que me hace muchísima ilusión, he pedido a la diosa que me de fuerza para mis objetivos, ¡sobre todo el de cuidar más mi salud! Y estoy sintiendo que tiene poder asique muy muy contento. Terminamos la ceremonia con un circulo de palabra, Martha explica que aquí lo que se hace es hablar de lo que uno quiere y lo más importante es que nadie habla ni aporta nada a lo que dice la persona que está hablando, se le permite empezar y terminar guardando silencio. Somos 15 y cada uno dice lo que quiere y siente, agradece, reza una poesía o lo que surge en el momento libremente. Es súper bonito asentir con la cabeza cuando escuchas lo que otros dicen porque en la mayoría de ocasiones es lo mismo que tú mismo piensas, aunque, con otras palabras. Después toca hacerse unas fotitos, comer y pasar la tarde haciéndonos unas limpiecitas faciales para rematar el fin de jejjejejej. Despedidas y vuelta a Madrid. De nuevo con Martha y de nuevo en un pispas, de repente las 2 horas y media de viaje llegan a su fin casi sin darme cuenta! Con muchísimas ganas de volver a encontrarme con toda esta gente. Ha sido un fin de maravilloso. ¡El séptimo cielo!

El SEPTIMO VIELO Día 4.

Igual que ayer y antes de ayer. Hoy no me ha costado nada despertarme. Soy feliz y un día precioso me espera. Me levanto en calma y con calma, es un día especial, estoy relajado y me regalo una súper ducha consciente en la que llego incluso a sentarme. Esta mañana antes de salir como de costumbre he bebido agua y hoy he sentido el sabor del agua que tragaba de una botella antes de salir a la calle. He sido consciente al abrir la puerta de la calle del aire fresco que respiraba, su temperatura y su olor, hoy diferente. ¡Estoy súper relajado la verdad, que estado tan bueno por dios!! Por los dioses de India jeje... estoy escribiendo y me doy cuenta que recuerdo detalles en los que otras veces no me fijo. El agua de los aspersores que regaban el césped, el color verde y brillante del césped húmedo, incluso recuerdo la zona de acera que estaba mojada y por donde la he atravesado. Estoy en Madrid, es el cuarto día desde que subí al séptimo cielo, y no he bajado, me quedo con que la vida es continua. Estamos aquí y allá, salimos, viajamos, llegamos, nos vamos y entramos en otro espacio, toda unidad. Agradecido de que mi tren halla recorrido la zona del séptimo cielo porque ahora sé dónde se encuentra y puedo volver cuando quiera. Me quedo con un montón de cosas de estos días. “La vida es continua” lo que reconforta que “el camino es parte del camino”. ¡Me quedo con “Let it be”, me quedo con el apoyo mutuo y con la voz pura y celestial de Martha, gracias a los dioses por volver a traerme India tan cerca, menuda sorpresa! Shiva, Parvati, Cala, Dhurga, Ganesha, Brahma, Sundari... Las fotitos del retiro y el texto original lo puedes ver siguiendo este link: https://wordpress.com/read/feeds/58554291/posts/2301106462 A continuación el cartel del evento y el Facebook de la pagina de Yoga Danza donde aparece más información sobre seminarios y encuentros de Martha JapInder: https://www.facebook.com/yogadanzadoula/

 

 

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