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¿QUÉ ES POESÍA?

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Así empieza "Criaturas en la aurora":

Vosotros conocisteis la generosa luz de la
inocencia.
Entre las flores silvestres recogisteis cada mañana
el último, el pálido eco de la postrer
estrella.
Bebisteis ese cristalino fulgor
que, como una mano purísima,
dice adiós a los hombres detrás de la
fantástica presencia
montañosa.

 

Leyendo esto, acostumbrados a tanto *whatsapp* y *twitter*, se diría que estas palabras fueron pronunciadas por un homínido antecesor que habitó una época muy anterior al actual cretinismo imperante.

 

Bueno, no tan anterior.


El autor de estas palabras se llamó Vicente Aleixandre, poeta nacido en Sevilla en 1898, adscrito a la llamada 'generación del 27', y premio Nobel de Literatura en 1977.
 

Al igual que me sucedió con Dylan Thomas, poeta galés, sentí de inmediato ante los versos de Aleixandre una sucesión de golpes rotundos que no iban dirigidos al mentón o al hígado. No, los versos de Aleixandre golpean otras partes insospechadas del organismo humano. De pronto, un rayo luminoso puede abrirte los tendones y el bíceps femoral de la pierna izquierda. Y el canto de un pájaro puede horadar tu pecho llevando sonoridad de selva a tus entrañas.
 

Sí, golpes certeros que conectan con la verdad.

La poesía, como la filosofía, son elementos básicos de realidad. O dicho de otro modo, son elementos prácticos para la construcción de un mundo sensible. La poesía es ciencia aleatoria, una forma de conocimiento que nos ayuda a visualizar algunos puntos de luz en el universo de la realidad cotidiana. En ese sentido, el don de Aleixandre es una cierta humanización del misterio, o una forma de aproximación a la lejanía, pero también un don fraternal de compañía.


Aleixandre es el poeta que quiere entender el enigma y celebrarlo con la pureza de un rocío que le hubiera brotado en la frente. El hombre ajeno suda y se angustia, pero basta que el poeta se acerque con su brillante rocío, basta que el hombre quiera tocar con su mano la frente del poeta, para que la noche humana no sea tan larga y aterradora.
 

Aleixandre ama los planetas, la hoja grande de la palmera, el rumor bronco del torrente, la lejanía de las estrellas, pero no ama estas cosas de la manera habitual en que puede amarlas o sentirlas el común de los mortales.
 

Aleixandre ama los planetas como casas habitadas que nos esperan con el fuego encendido. Pues los planetas del poeta tienen paredes pintadas, retratos de seres queridos y un terciopelo que se puede tocar.
 

Aleixandre es el poeta telúrico y a la vez cósmico, es el humanizador de la magnificencia de la naturaleza, por eso él quiere tocar el sol como si fuera cabello dorado, por eso quiere besar como mejilla humana la cara fría de la luna.


Oigamos una vez más al poeta:

Si alguna vez pudieras

haberme dicho lo que no dijiste.

En esta noche casi perfecta, junto a la bóveda, en esta noche fresca de verano.  

Cuando la luna ha ardido;

quemóse la cuadriga; se hundió el astro.

 
Y así, al leer estas palabras, nos parece ver en la memoria a aquel ser que amamos -aquel hombre, aquella mujer- junto al cual estuvimos una noche fresca de verano, con nuestros labios palpitantes, callando nuestra ofrenda, nuestra esperanza, nuestro dolor.
 
Aquella noche tan hermosa en la que cruzaban cometas en un cielo luminosamente henchido de estrellas. Un cielo que a la tierra enviaba el secreto del amor envolviendo a los seres en arco iris abrazadores.
 
Pero aquello que palpitaba en nuestros labios, aquello que temíamos pronunciar, aquello que nunca quisimos descubrir, acabó por quebrarse en nuestra boca temblorosa. Y la luna ardió, se quemó un cisne, un limón, un Seat León... y el astro incendiado cayó a nuestros pies mientras tocábamos, sin sentir, la carne de aquel que amábamos.
 
Confiemos en que pronto el nuevo programa que está preparando el oligopolio de las televisiones idiotizadoras, es decir: Gran Hermano Superviviente de las Mujeres, Hombres y Guarrindongos Diversos y Viceversos, concluya sus emisiones con un sentido poema.

Por ejemplo, este que dice:
 
¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mí tu pupila legañosa
embrutecida por la tele.
 
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú
cuando dejas la tele
y te pones a leer.
 

 

 

 

Poesía eres tú, lector

 ¿QUÉ ES POESÍA?